viernes, 12 de junio de 2009

“Algunas ideas generadoras para su puesta en marcha…” La dosificación de las formas metodológicas.

EXPLORACIÓN Y SOLUCIÓN DE PROBLEMAS

Ambas tienen como intención y orientación llegar a la disposición psicológica del niño y estimular el reconocimiento de la distinción corporal, además invierte un alto sentido de autogestión en la respuesta de los niños. En la fase de exploración, se debe tomar en cuenta el recordar a los alumnos que el objetivo es controlar nuestro cuerpo, así como el material. Al iniciar la sesión se da un minuto para que el alumno juegue libremente con el material. La dinámica tiene su punto de arranque en la motivación que por medio de preguntas se dirigen a “explorar” tanto las posibilidades de movimiento como la utilización de material. En esta fase de exploración sus voces son ¿Quién sabe? ¿Quién puede? ¿Quién es capaz de...? etc. Esta fase parte de la totalidad de experiencias, tales como ¿Quién puede movilizar la pelota en varias formas? ¿Cómo podemos lanzarla?, etc. Los alumnos aportan ideas y de ellas se realizan y ejecutan las que son nuevas.

En la segunda fase se plantea un problema simple que requiere, por parte de cada alumno realizar un recorrido instantáneo a su distinción corporal para determinar si lo puede hacer. Las consignas implican un nivel de intensificación en tanto una realización específica. En la fase anterior era más libre. Los alumnos realizan la acción y mentalmente están confrontando el si podían o no.Sus voces contienen una intención ¿Quién puede saltar la cuerda y caer con un solo pie?, ¿Quién es capaz de botar la pelota con una sola mano sin perderla?, ¿Con otro compañero, cómo podríamos?Además debe incluir un momento explicativo, es decir, el maestro indica a los alumnos que quien aporte otro ejercicio deberá explicarlo a sus compañeros, antes de hacerlo. De esta manera afirmamos la percepción interna del cuerpo y sus posibilidades, además de afianzar las estructuras del pensamiento.

Esta forma metodológica y la anterior, tienen su base en las preguntas que el docente hace a los alumnos para de ahí despertar y generar conductas y la relación del educando con la experiencia sujeto-objeto.La exploración puede estar organizada individual, por parejas, tercias, cuartetos, etc. Esto permite la ejecución y solución a un problema por más de una vía. Este procedimiento rompe la imitación, y da paso a la creatividad, al descubrimiento y a la reflexión.El alumno trabaja de acuerdo con sus posibilidades, sabiendo el qué, cómo y para qué.La exploración así como las situaciones problema, deben seleccionarse tomando en cuenta la edad de quienes participan.
ASIGNACIÓN DE TAREAS Y MOVIMIENTO.

Es conveniente aplicarla después de haber recorrido las formas metodológicas anteriores, ya que, requiere de organización y trabajos previos.Esta forma metodológica permite una ejercitación múltiple y dinámica, dibuja y trata de marcar que la intensión pedagógica debe fusionar los propósitos educativos con la práctica concreta y cotidiana.Su dinámica consiste en asignar pequeñas tareas de movimiento para realizar por medio de lo que se conoce como “circuito”. Esta forma permite en los alumnos visualizar de manera general al participar en un trabajo más intenso, ya que se realizan distintos ejercicios y se manejan varios materiales dentro de una misma sesión. Pueden ser también un mismo material y distintos ejercicios. Por ejemplo: formas de saltar, eludir, atrapar, correr, caminar etc. Con material o sin él.Para emplear esta forma metodológica es necesario que los alumnos hayan manejado el material en ejercicios previos, que conozcan el trabajo en pequeños grupos. Por ejemplo de 4 a 6 integrantes, además que sepan en qué consiste esta forma de trabajo y lo que se espera de ellos al trabajar así.Las estaciones pueden ser simultáneas, progresivas o de elección personal; ofreciendo así la oportunidad de espontaneidad y libertad de ejecución en los estudiantes. Las estaciones deben promover el trabajo individual y colectivo, lo que redituará en el sentido de cooperación, ayuda y respeto al prójimo.

APRENDIZAJE A TRAVÉS DE LA EXPERIENCIA.

Se enfoca a tres cualidades de la formación integral: del sujeto cognoscente, biológico y afectivo-social.Consiste en un proceso de reflexión-acción continuo, en dos grandes campos: uno considerado como macrodidáctico y el otro microdidáctico.El primero, encierra e incorpora toda la acción docente que trate de construir la vinculación entre la conducta del alumno y la experiencia de forma permanente.El microdidáctico tiene que ver con la presentación y obtención de resultados durante una sesión en particular.La dinámica específica de esta forma metodológica consiste en la presentación de elementos; un deber, una acción y un propósito.
En el deber se plantea un problema para ser resuelto por el grupo, éste a su vez está dividido en equipos, de tal forma que este deber en realidad es atendido por cada subgrupo.La acción surge cuando en el interior de cada equipo se discuten las posibles soluciones al problema planteado; es necesario que se practique y finalmente se realice la acción.Y el propósito se hace notar cuando se presenta la acción que resuelve el problema planteado.Las dimensiones microdidáctica y macrodidáctica, asignan respectivamente, a nuestra intención pedagógica un corto y largo plazo; uno y otro animan y nutren la confección de esa vinculación sujeto-objeto en diversas experiencias.


OPINIÓN PERSONAL


Considero de gran importancia que se utilicen éste tipo de lecturas para nuestro crecimiento intelectual como futuros docentes ya que; pese a que las escuelas generalmente cuenten con personal docente específico para el área de educación física, nos veremos en la necesidad de llevar a cabo un papel en el desenvolvimiento físico de los alumnos en más de alguna ocasión, por lo que es menester tener conocimientos respecto a como llevar a cabo ´sta práctica de una forma mas acertada, dejamos poco a poco de creer que el maestro tiene como fin específico el dirigir a los alumnos a través de las órdenes o indicaciones, gracias a lecturas como la anterior nos damos cuenta que el alumno debe ser quien nos permita dirigirle.

BIBLIOGRAFÍA:

Brito Soto, Luis Felipe (1998) “Algunas ideas generadoras para su puesta en marcha…” en educación física y recreación, cuarta edición, México, Edamex, pp. 36- 59.

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